Al atacante le habían negado el permiso de asilo
Un refugiado sirio de 27 años, a quien le habían negado el permiso de asilo, hizo estallar un artefacto explosivo que llevaba en su mochila, falleciendo en el acto y dejando al menos 12 personas heridas.
El hecho tuvo lugar a las 22:00 hora local (20:00 GMT) en el centro de la ciudad de Ansbach, al sur de Alemania, frente a un restaurante, no muy lejos de donde se realizaba un festival de música al aire libre al que asistían al menos 2.500 personas. Dicho festival fue cancelado y, según medios locales, pudo haber sido el verdadero blanco de la detonación.
El atacante, que había llegado a Alemania hace dos años, había intentado suicidarse dos veces y estuvo ingresado en un centro psiquiátrico.
Las autoridades no tienen claro si en esta ocasión tenía intención de suicidarse o de llevarse a otros con él, aunque el hecho de que llevara una mochila llena de explosivos indica que no solo quería acabar con su vida. Tampoco se descarta que se tratara de un ataque de inspiración islamista.
Es el cuarto ataque llevado a cabo por refugiados en una semana en Alemania. El viernes por la tarde, un joven germano-iraní mató a tiros a nueve personas para luego suicidarse. Cuatro días antes, un refugiado afgano atacó con un hacha e hirió de gravedad a varios pasajeros de un tren regional. Este mismo domingo, un refugiado sirio mató a machetazos a una mujer embarazada e hirió a otras dos personas.
Todos estos incidentes harán que aumenten las críticas en Alemania hacia la política de acogida de refugiados de la canciller Angela Merkel, que permitió el ingreso de más de un millón de refugiados al país el año pasado, huyendo de países como Afganistán, Siria e Irak.
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